Cuatro son los personajes principales de las Fiestas de Carthagineses y Romanos, son las parejas formadas por Escipión y Emilia Paula, y por Anibal e Himilce.
Los personajes son elegidos cada dos años entre los festeros por el Senado Romano y Consejo Carthagines, compuestos por los 25 grupos romanos y por los 25 grupos carthagineses, respectivamente.
La duración de su mandato será de dos años. En esos años serán el escaparate de las fiestas, el espejo donde se verán reflejados todos los festeros.
Tendrán como apoyo, tanto Escipión como Aníbal, a sus respectivos Estados Mayores, compuestos por distintos generales y almirantes.
En cuanto a sus respectivas personalidades históricas haremos una breve reseña, ya que la bibliografía existente sobre los mismos (sobre todo en lo que a personajes masculinos se refiere), es muy abundante.
PERSONAJES PRINCIPALES ROMANOS
Publius Cornelius Scipio Africanus Major nació en el 216 a.C. y murió hacia el 184-183 a.C. Fue un patricio de familia de alcurnia –la gens Cornelia-, que ya desde muy joven se distinguió en el combate bajo las órdenes de su padre. Así, participó en las batallas de Tesino y Cannas logrando sobrevivir a la aplastante derrota infringida por Aníbal a los ejércitos romanos.
Tras el fallecimiento de su padre y de su tío (Publio y Cneo Cornelio Escipión), en Hispania a manos de los ejércitos púnicos dirigidos por Asdrúbal Barca, y siendo un simple ciudadano romano con muy poca experiencia militar, fue investido con imperium proconsular por el pueblo y enviado al frente de un ejército a Hispania.
En el año 209 a.C., tomó por sorpresa la capital carthaginesa en Hispania, Quart-Hadast –poco después Cartago Nova-, cortando así la vía principal de suministro a Aníbal y poniendo las bases para la caída de toda la península ibérica en manos púnicas.
Tras ser nombrado cónsul a los treinta y un años (205 a.C.), hizo caso omiso a la oposición senatorial (contraria a la idea de luchar en África mientras Aníbal continuara amenazando Roma), y marchó a África donde, tras una serie de rápidas victorias por tierra y por mar contra los ejércitos púnicos, finalmente se vería enfrentado al mismo Aníbal en Zama en la que consiguió una aplastante victoria y puso con ella el final de la Segunda Guerra Púnica. A partir de aquí, se le aplicaría el cognomen de “El Africano”.
En 199 a.C. fue elegido censor y príncipe del Senado, volviendo a ser cónsul en el 194 a.C. Tras la invasión de Grecia por parte de Antíoco el Grande, partió junto con su hermano Lucio a la guerra contra el rey seleúcida.
Contemporáneo de Catón el Censor (también conocido por Catón el Viejo), sufrió la enemistad de éste quien acusó a los Cornelios Escipiones de haber aceptado un soborno del sirio Antíoco. Despechado, Publio rehusó defenderse, desterrándose de Roma en Liternum, donde falleció finalmente en 183 a.C.
Emilia Paula nació en Roma, desconociéndose la fecha exacta, pero aproximadamente hacia el año 220 a. C.
Según escribió Pedro López Baquero, miembro de las Fuerzas de Choque Extraordinarii e interprete de Escipión los años VII y VIII, para la revista Argentum «lamentablemente, la mujer romana estaba tan poco considerada que no se conserva ninguna escultura ni representacion pictórica que nos dé una idea de su aspecto, siendo extremadamente raras las imágenes de mujeres de la que han llegado hasta nosotros, y casi ninguna de los tiempos republicanos, ni aún de las damas más sobresalientes, como es este caso».
Paula era conocida también como Emilia Tertia, por ser la tercera de las hijas de Lucio Emilio Paulo, el héroe de Cannas.
Esta gran matrona romana, fue madre de cuatro hijos, entre los cuales destaca –de manera sorprendente por su condición de mujer-, Cornelia, paradigma de la mujer romana y madre de los Gracos.
PERSONAJES PRINCIPALES CARTHAGINESES
El más empedernido y admirado enemigo de Roma, Aníbal Barca es el principal personaje masculino carthaginés. Su nombre en púnico significa «Gracia de Baal«. Fue el caudillo del pueblo carthaginés en la segunda de las tres guerras que éstos libraron contra Roma.
Nació en el 247 a.C., era hijo de Amílcar Barca y hermano de Asdrúbal, Hanón y Magón Barca. Desde su infancia se instruyó en el arte militar en Iberia, a donde llegó acompañando a su padre que la gobernaba y donde pasó su juventud. Sucedió a su cuñado Asdrúbal llamado el Hermoso en el mando de los ejércitos de Iberia demostrando un genio innato para la estrategia y grandes dotes como caudillo y liderazgo entre sus soldados.
Atacó la ciudad de Sagunto, aliada de Roma, arrasándola después de ocho meses de sitio, hecho que desencadenó la Segunda Guerra Púnica.
En el 218 a.C., tuvo la osadía de atravesar con su ejército los Alpes en pleno invierno (cosa que nadie había intentado antes y que Roma no creía posible) y llevar la guerra a Roma . En esta primera época, campó libremente por la Galia itálica y por la península sucediéndose una tras otra las derrotas romanas. En las batallas de Tesino, Trebia y Trasimeno, desaparecieron casi la totalidad de las legiones enviadas a luchar contra el ejército carthaginés y varios cónsules. En Cannas, Aníbal infringe a Roma la mayor derrota que cualquier ejército pudo tener hasta ese momento.
A partir de este momento, Quinto Fabio Máximo (Quinto Fabio Máximo Verrucosis Cunctator, cónsul y dictador varias veces), toma las riendas de la guerra contra Aníbal, quien acosará incansablemente al ejercito carthaginés sin presentarle jamás batalla ni entrar en combate (de ahí el apodo de Cunctator “El que retrasa”). Esta estrategia, que ha pasado a la historia como “táctica fabiana”, impidió que Anibal intentara tomar Roma y, a la postre, acabó agotando al ejercito carthaginés, que además fue perdiendo a los aliados itálicos que se les habían unido.
La presión para Aníbal tuvo que ser terrible: acosado en la península y sin refuerzos (su hermano Asdrúbal estaba detenido en Iberia por Publio y Cneo Cornelio Escipión), se vio obligado, tras la derrota de su hermano en el río Metauro en la Umbría, a evacuar por mar su ejército con destino a Carthago.
Finalmente, se enfrentó a Publio Cornelio Escipión en Zama donde fue derrotado. Esta batalla supuso el final de la Segunda Guerra Púnica.
Tras un largo peregrinar y puestos sus servicios a disposición de varios reyes (Antíoco, Artaxias), acabó al servicio del rey Prusias de Bitinia. En el 128 a.C., y reclamado por Roma, optó por suicidarse.
Poco ha dejado la historia sobre Himilce, mujer hispana, cuyo mérito fue compartir durante unos pocos años la gloria del gran estratega Aníbal Barca.
Después de haber sido elegido jefe del ejército, Aníbal, continuando la política de pactos que llevara Asdrúbal, contrajo nupcias con una dama ibérica nacida en Cástulo, cerca del Betis (Guadalquivir).
Las bodas se celebraron en Quart-Hadast y los esposos no pasaron juntos mucho tiempo. El único hijo de Aníbal e Himilce nació mientras su padre sitiaba Sagunto.
Poco después, cuando el general iba a partir hacia Italia Himilce pidió a su esposo poderle acompañar. Pero las mujeres no tenían cabida en el ejército y menos si lo mandaba Aníbal, por eso los envió a ella y a su hijo a Carthago, donde es posible que murieran durante una epidemia.
Otras fuentes argumentan que se quedó en Quart-Hadast y fue aquí donde murió. De una u otra forma, nunca se reencontró con el esposo al que le había unido el destino.